martes, 1 de septiembre de 2009

Oralidad y Escritura

Si el no saber leer y escribir califican a una persona de ciudadano de segunda clase podríamos pensar que en la actualidad estas actividades nos ponen en una encrucijada que más que encrucijada se vuelve contradicción. Por un lado nos sobran elementos para probar que la gente no leen ni escriben bien, pero a la vez, sabemos que nunca tanto como hoy, los niños y adolescentes hacen uso de las mismas con una frecuencia inusitada a punto tal que no es casual encontrar a un alumno en clase enviando mensajes de texto por medio de su celular a alguien, en otro lugar, que sin duda alguna lo “lee” y “responde escribiendo”; o sea que la comunicación por medio de la escritura va tomando nuevos matices, o podríamos hablar de un nuevo tipo de comunicación epistolar.

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