NO DIGA DIGA
El idioma español ya tiene más de 500 años de historias
y trasformaciones y en Colombia muestra importantes
aportes indígenas, mestizos y negros. La riqueza del
lenguaje de los campesinos también es admirable por
su capacidad para expresarse con formas, sonidos y
colores.
No siempre el que sabe palabras más bonitas es el que
mejor sabe expresarse; pero conocer las palabras y sus
posibilidades abren mundos nuevos de significados y
experiencias.
Igualmente el día del idioma es para celebrar la palabra
y nuestra riqueza expresiva: el mundo palpitante del
lenguaje.
No diga dejastes, dijistes o llegastes; diga: dejaste, dijiste,
llegaste. No diga hubieron montones de cosas; diga: hubo
montones de cosas. No diga interperie, diga intemperie…
Pero el idioma es más que hablar correctamente; es
algo vivo y ondulante. Va cambiando con el tiempo. Por
ejemplo, ya pocos se saben que se dice “poner bolas” en
vez de “parar bolas”. Y eso nació así cuando se decían
que “no le ponían las bolas” en la mesa al que se disponía
a jugar billar; es decir: no le prestaban atención.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
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